Bartolomeo Plátina
Bartolomeo Plátina (1421-1481) abandanó muy pronto su prometedora carrera militar para dedicarse a las humanidades. En el siglo XV, esta dedicación era inconcebible sin acercarse a Italia, y Plátina tuvo la ocasión de asentarse en Roma. Tuvo una suerte desigual con los papas con los que coexistió, Pío II, Pablo II y Sixto IV, pero al final de su vida encontró cierta redención biográfica en un cargo notable: el de director de la Biblioteca Vaticana.