Edith Wharton
Antes de instalarse en Francia, en 1907, Edith Wharton (1862-1937) viajó hasta 66 veces a Europa desde Estados Unidos. Desde muy pronto, el viejo continente fue para ella un contrapunto liberador de los vicios y modales de la alta sociedad neoyorquina, a la que ella misma pertenecía, y que con tan certera ironía criticó en muchos de sus escritos. Su exitosa carrera literaria, reconocida ya en vida, muchas veces ha eclipsado las bondades de sus textos no ficcionales, entre los que cabe destacar (y no hay aquí un error de género) su literatura de viajes. En ella Wharton pone a disposición del lector sus enciclopédicos conocimientos de historia del arte, de tal manera que viajar de su mano supone una auténtica peripecia estética.