Esta biografía nos habla del Azaña político, del hombre que defiende la causa aliada durante la Gran Guerra, que fue presidente del Ateneo de Madrid y que, sobre todo, deja su impronta reformista en el primer bienio de la República. La obra nos muestra, con rigor y toda clase de detalles, al Azaña que se convirtió en figura republicana por excelencia, hasta tal punto que llegó a identificarse a la República con Azaña y a Azaña con la República, e incluso se le culpó del desenlace de la Guerra Civil, cuando no de su mismo comienzo.
Pero esta biografía nos habla también del Azaña literario, del escritor que funda La Pluma, dirige la revista España, destaca como traductor y es autor de obras admirablemente escritas, que le hacen merecedor del Premio Nacional de Literatura.
Y nos habla, al hilo del Azaña político y del Azaña literario, del Azaña más humano, del hombre de carne y hueso que vive con un pathos muy intenso, aunque algo tímido y retraído, sus relaciones con quienes le rodean, ya sean estas de amistad o más íntimas.